Descripción
Esa irisada explosión de gomitina de la portada de este libro es, sin duda, una bella metáfora. Como un agujero negro inverso que no shupa luz, sino que emana vida, pollas incandescentes y luces extrañas. Ya sabe usted que el nacer es sufrimiento y oscuridad, y el palmarlas ni le cuento, y que por el camino el eclipse es casi total, así que ponga un poco de su parte, hostias, y disfrute del oro fucsia que emanan los chistes de pollas, del glaseado de lefa con sabor a coco de estas páginas, del saberse un simio en los laboratorios de L’oreal pero esparramando mierda desde la jaula mientras tanto.
Un Aconcagua de mal gusto levantado sobre lo disrruptivo, el experimento formal y lo simbólico, que si es usted de tradición bienpensante, de aquellos a los que los rabos y la mierda les nublan la vista, pues se jode y se lo pierde.