Descripción
Apaga, enciende, apaga, enciende… y así todo el rato. Joder, qué flipación. Dobles lecturas, profundidad abisal, pupila gorda, pupila chica, y así, a través de ese juego de interruptores, tratar de que usted conecte con el UHF de su programación cerebral y alcance un punto de consciencia que le dé para entenderlo todo o casi.
Bueno, la verdad es que este mundo no hay quien lo entienda pero vale la pena intentarlo. Y no me refiero ya a la programación de Antena 3, ni a los pantalones pitillo-cagaos, ni a los viajes a Turquía para hacerse implantes capilares, que eso queda fuera del entendimiento humano. Sino a las congojas existenciales, que es por donde ataca Puchalski en este tebeo. ¿Estamos atrapados en realidades alternativas de un mismo universo? Si todo sucede a la vez ,¿cómo es posible que llegue siempre tarde a todos los sitios?. ¿Cómo es eso de que el pasado y el futuro ocurren simultáneamente, si salta a la vista que lo de antes es primero que lo de después? Vaya tela. Pues a todo esto, añádale cuarto y mitad de manga, dos cucharadas soperas de ciencias ocultas y un pellizco de espiritualidad, me lo reboza en reverencia al universo y lo deja reposar. Si esta receta la sigue usted, puede que no vaya a ningún lado, pero la coge Puchalski y te hace un tebeo con aroma y retrogusto a Druillet, que llora la virgen.