Descripción
Con su galanura y su fuerza sobre el escenario, con su don de gentes y su raciocinio elevado, resulta difícil de creer que Adrián Bago haya hecho del fracaso y la frustración el axis mundi de su obra. Las miserias humanas generadas por las zanahorias sociales pendentes de cañas kilométricas, los rucios paticortos que nos han tocado en suerte, las aspiraciones desplazadas, las vanidades, la soledad de fondo y la autoflagelación inmisericorde rociada de humor cítrico acampan, cómo no, en Bibelots.
Bibelots es un one-man-comic, vamos, un tebeo hecho íntegramente por un solo menda –Adrián Bago en este caso– con varias historietas no directamente conectadas, al modo de las que se estilaban en el tebeo independiente americano de corte siateliano. Virtuosismo dibujil, costumbrismo y humanidad en sentido mundano. Además, mil detallicos, solapas, anuncios de palo, cromos de colecciones imposibles pero necesarias… una gozada para las amantes de los tebeos de papel, con su correo del lector y esa cosa viva de ver detrás de cada pollada que hay personas detrás. ¡Más personas y menos máquinas! Bueno, más personas si son como Adrián Bago y más Máquinas si son como Isidrín o el Chatisfaier.